Es difícil escribirle a alguien que ya no está. Pero quizás más extraño es intentar escribirle a alguien que nunca llegó.
Estás líneas son para vos. Quizás hubieras sido el o ella. No lo sé, posiblemente nunca lo sabré.
Quiero decirte que fue voluntario el que no llegarás a este plano, te imaginé, te soñe en algún momento y hasta, cómo todos, pensé que podría darte todo lo mejor.
Sin ser excusas, con una mezcla de cobardía, determinación y miedos, tu no llegada fue en un momento predecible pero allá por el 2014 la decisión pareció cambiar estuvo muy cerca de cambiar. Pero finalmente una excusa valedera revalidó la intención inicial, la definió.
En este mundo todo se está poniendo difícil, cada vez más difícil. Ya no basta con haberte dado todo en un mundo que hoy no te da nada. Hoy toda la educación y el buen aprendizaje se socava en la inmediatez en los placeres ciegos, en los atajos siniestros. Hoy la libertad está restringida, pocos pueden escaparse, independizarse, tener un trabajo de calidad, poder vivir en paz es una utopia, una mueca risueña.
La vida es muy cruel porque pocos muy pocos encontrarías en el camino que sepan tener la lealtad y la empatía como bandera. La juventud es de cristal, frágil, con todo aparentemente a mano están alineados a la superficialidad de una vida de postureo. Triste, frustrante y delineada por la ansiedad y la angustia.
Vivir solo? Crecer? Progresar? Solo unos pocos elegidos. La gran marea está colgada a una vida clandestina a una vida sumergida a la subsistencia.
Quizás por querer ahorrarte de tu llegada en estos tiempos te prohibí la experiencia de intentarlo.
Firmemente las garantías no están dadas en un mundo que ya está quemándolo todo.
También lo hice por mi, no te podría mentir, fue una parte de la decisión. No soy fácil, no aceptaría que mis valores transmitidos se deformarán por el mundo externo. Me ha pasado a mí. He tenido los mejores padres del mundo y sin embargo me perdí, me encontré, y no sé si finalmente termine de encontrar quien realmente aprendió a vivir con los valores adquiridos.
Puedo decirte que me hubiera desvivido por vos, te lo hubiera dado todo, cómo me lo han dado a mí, pero hoy ya no todo el dinero del mundo, ni todo el poder te mantendrían a salvo. Estamos perdiendo valores, los que podemos nos atrincheramos, intentamos en alguna manera de salvarnos aunque siempre se pierda mucho. Todos perdemos.
No puedo pedirte perdón porque no te he hecho nada malo, siento que he hecho fuera de todo estándar lo que muchos piensan pero por "convencionalismos" por "biologismo" o por "egocentrismo" terminan haciendo.
Todo tiene su parte mala y buena nada es perfecto.
Pero si hay algo que quisiera que sepas es que dentro de ese universo donde te has quedado no es un sitio olvidado, es un sitio donde te siento mucho más resguardado, en esa fortaleza de ilusión que hoy es para mí tu lugar.
Te soñe Gerson, te soñe Jair, e incluso Elizabeth. Pero fuiste mucho más que un nombre soñado. Un sueño que nunca despertó y la satisfacción de sentirte en un lugar perfecto.
Es difícil la abstracción. Pero más difícil es estar viviendo una antesala de un mundo que parece no frenar su decadencia infinita.
El tiempo dirá si te debo una vida o tú me la debes a mí.
De nada. Haría eso y si se pudiera, mucho más por vos.
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